Mientras el precio del oro experimenta gran volatilidad, Bitcoin supera los 42.000 dólares

La volatilidad parece instalada en el precio del oro, un activo que no deja de fluctuar en medio de un complejo cierre del año. Parece que 2024 será un año marcado por el inicio de los primeros recortes de tipos de interés, si bien la discusión es cuándo y cuánto. Esto, si se diera tal y como se prevé, con una lentitud mayor de la deseada, supondría un escenario bueno para el metal dorado.

En la siguiente gráfica podemos comprobar el buen desempeño de precio del oro. Éste habría escalado en cómputo YTD un+12%, si bien es cierto que acompañado de fuertes episodios de volatilidad como demuestra el indicador.

Detalle de cotización YTD del oro con índice de volatilidad relativa / Fuente: TradingView

En paralelo, también hemos visto cómo otro instrumento considerado como refugio frente a la inflación, el Bitcoin, está creciendo con fuerza llegando incluso a superar la barrera psicológica de 42.000 $.

Las bases para un pronóstico optimista sobre el precio del oro

De cara a 2024 se espera que el precio del oro siga encareciéndose hasta establecer nuevos máximos ATH. Un reciente informe elaborado por la casa de inversión WisdomTree establece un consenso de cara al cierre del segundo trimestre del próximo año donde el precio objetivo de la onza se situaría en 2.225 $:

Estimaciones de proyección de precio del oro según el consenso de analistas / Fuente: WisdomTree

Elementos condicionantes sobre el precio del oro

Para reforzar esta conclusión, es necesario atender a los datos adicionales que aparecen en la tabla: el precio de los bonos, la evolución de la inflación y la fortaleza del dólar. Veamos cada punto por separado.

  • Evolución del precio de los bonos T10: Este componente tiene una relación inversa, conforme los rendimientos de los títulos del tesoro se deprecian, el valor del oro aumenta. Aunque no se trata de un indicador tan inmediato como puede serlo el del precio del dólar, sí que es una fuente bastante fiable. Se espera que el rendimiento de los bonos vaya descendiendo lentamente, lo que favorecerá al metal precioso.
  • Movimientos de la inflación: Tradicionalmente se ha utilizado el oro como un instrumento que protege contra la inflación. Esto es aplicable no sólo cuando vemos un crecimiento desmesurado del IPC, sino también cuando los niveles actuales se resisten a bajar a la misma velocidad con la que se incrementaron. Un nivel de inflación persistente sobre el objetivo de la FED del 2% sería suficiente como para mantener la buena tónica del precio del oro.
  • Tipo de cambio del dólar: Este es seguramente el indicador más inmediato, y nos proporciona una forma rápida y eficiente de monitorizar los movimientos. Podemos utilizar dos referencias diferentes, o el par EUR/USD o el Dollar Index. Siempre que veamos que el dólar se aprecia, el precio del oro tiene menos alicientes para crecer. Por el contrario, un dólar débil favorece al metal precioso. En este momento estamos viendo precisamente el segundo escenario.

La hipótesis más extendida en este sentido sostiene que seguiremos viendo alzas en el próximo año y, consecuentemente, nuevos máximos históricos. Eso sí, la volatilidad pudiere ser nuestra compañera.

Los metales caerán pero el oro seguirá fuerte

La buena tónica que parece advertirse en el oro no sería de aplicación para el resto de grandes metales que componen la industria minera. Según un comentario reciente elaborado por Fitch Ratings, el presente ejercicio ha demostrado un debilitamiento en metales como el cobre o el aluminio, pero el oro se ha mantenido incluso en crecimiento cuando la situación ha resultado ser más compleja.

“Las tendencias del sector muestran que los precios han caído en 2023, desde finales de 2022, aunque con intensidad variable, siendo el zinc el que muestra la mayor caída. Los culpables son las preocupaciones sobre el crecimiento global alimentadas por la inflación y las cifras decepcionantes de China. La excepción son los metales preciosos, en particular el oro, que mejoraron debido al mayor riesgo geopolítico.”

Volveríamos a ver una descorrelación entre materiales tal y como tradicionalmente se había configurado. Los momentos de gran alza de precios en las materias primas, debidas principalmente a los cuellos de botella en los suministros, habrían perdido fuelle y no resultarían suficientes como para sostener los niveles actuales.

Mientras tanto, el Bitcoin sigue disparado en bolsa

Quien parece que se encuentra más que cómodo dentro de la actual corriente de mercado es el Bitcoin. La criptomoneda reina acumula en estos momentos una revalorización YTD del +151% y presumiblemente dicho impulso se mantendrá.

Detalle de cotización de BTC en cómputo YTD / Fuente: TradingView

Entre los principales factores que coadyuvan a tan comportamiento, podemos indicar:

  • La aprobación inminente de los próximos ETF de Bitcoin al contado, lo que supondrá que a comienzos de 2024 ya vemos los primeros vehículos de este tipo en el mercado.
  • El próximo proceso de halving, que según parece acontecería a finales de abril de próximo año. Históricamente, después de un halving se han visto excelentes comportamientos en BTC que podrían asimilarse a un rally.
  • Un marco legal cada vez más desarrollado en diferentes economías mundiales, lo que facilita la adopción y uso de criptomonedas de forma más amplia.

Además, el sector de las criptomonedas en su conjunto parece estar viviendo con ilusión renovada la vuelta a la rentabilidad de doble dígito. El largo proceso del criptoinvierno habría quedado atrás, y el ritmo de nuevos lanzamientos por vía ICO daría síntomas de buena salud.

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