Organizar tus finanzas personales es un paso clave para tener tu economía doméstica bajo control. Puedes empezar en cualquier momento y tomar las riendas de tu dinero. Y es un procedimiento que no tiene por qué ser complicado, aunque acabes de empezar. Gestionar las finanzas personales sólo requiere una dedicación mínima.

En esta guía, repasamos los pasos principales en torno a gestionar las finanzas personales y de qué modo puedes aplicarlos.

Conoce tu situación personal

Para tener una visión completa de tu situación financiera y gestionar bien tu dinero, haz un balance personal. Para ello, haz una lista de lo que posees (tus activos), y de lo que debes (tus pasivos o deudas). Para ayudarte, puedes utilizar herramientas de gestión online o programas como Excel o similares.

Dedica tiempo a elaborar tu balance financiero y obtén una mejor imagen de tus finanzas personales. Hacerlo te ayudará a saber en qué situación se encuentran tus finanzas personales, pero también te muestra cómo has progresado con el tiempo. Si ya tienes mecanismos en curso, te servirá de motivación.

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Por cierto, éste es un ejercicio que debe llevarse a cabo al menos una o dos veces al año, porque las situaciones cambian y es importante volver y reevaluar el contexto. Mientras la vida sigue su curso, tu trabajo puede cambiar, tu situación familiar, tu pareja, hijos, y un largo etcétera. Todo ello puede tener un impacto en tus finanzas personales.

Define tus objetivos financieros

¿Quieres comprarte una casa o un coche? ¿Planeas una jubilación a todo lujo? Todos ellos son objetivos interesantes, pero tienen un coste. Por eso, tus planes deben convertirse en objetivos financieros, que te permitan administrarlos desde un presupuesto en negro sobre blanco. Para ello, piensa en el largo plazo, pero también en el medio y corto. Es uno de los consejos más repetidos.

Los objetivos a corto son aquellos que te propones alcanzar en 6 meses o 1 año. Por ejemplo, mudarte a otro piso, comprar un vehículo, pagarte unos estudios o un viaje a la otra punta del mundo.

En cambio, tus objetivos a medio plazo son los proyectos que quieres conseguir en los próximos dos a cinco años. Comprar tu primera casa y montar tu propio negocio o crear tu marca son ejemplos de objetivos a medio plazo.

Tus objetivos a largo plazo suelen ser proyectos a años vista. Como era de esperar, el ejemplo perfecto es la jubilación. A pesar de que la idea de preparar para la jubilación cuando tienes 20 años puede parecer una locura,l lo cierto es que puede ser una de tus mejores decisiones.

Fijar unos objetivos te ayuda a saber cuánto dinero debes ahorrar cada cierto tiempo. Y con esta información, podrás aplicar estrategias financieras o de ahorro e inversión en cada momento, de acuerdo a tu plan financiero.

Haz un presupuesto personal

Un presupuesto personal es una herramienta sencilla y básica en las finanzas personales. Con él, puedes alcanzar tus objetivos. Sus ventajas son que te ayuda a gestionar el día a día de ingresos y gastos, con una imagen clara y siempre actualizada. Además, lo puedes hacer mediante cualquier app de finanzas personales.

Elaborar un presupuesto no significa necesariamente apretarse el cinturón. Más bien es un ejercicio para ver adónde va a parar tu dinero y averiguar cuánto puedes reservar para llevar a cabo tus proyectos.

Recuerda que un presupuesto eficaz es aquel que puedes cumplir. Si te fijas objetivos financieros y una estrategia para alcanzarlos, estarás mucho más motivado para ceñirte a tu presupuesto. Resistirse a ciertas tentaciones es más fácil cuando sabes que estás contribuyendo a un objetivo que valoras mucho más.

Empieza a ahorrar cuando puedas

Empezar a ahorrar pronto es una estrategia mencionada en los cursos finanzas personales que puede dar buenos resultados. Sale a cuenta porque podrás llevar a cabo tus planes, pero también porque, con las estrategias adecuadas, podrás hacer crecer tu dinero. Una forma de tener más probabilidades de recibir rentabilidad, algo que abordamos en el artículo: dónde invertir dinero.

Los ahorros pueden convertirse en inversiones, generar intereses, rentabilidad y más. Año tras año, puedes acumular esas ganancias extras y aplicar una estrategia de inversión compuesta. 

Empieza a ahorrar cuanto antes para tener el beneficio del tiempo. Ten en cuenta que colocar 50 euros cada mes en una cuenta de inversión acumula más esfuerzos en 10 años que colocando 200 euros al mes durante 2 años. Para ello, consulta bien en qué tipo de activos invertir para que te den la rentabilidad que desees.

Del mismo modo, como se menciona en cualquier taller de emprendimiento y finanzas personales, crea un fondo de emergencia, que debería equivaler a una suma de entre 3 y 6 meses de gastos como mínimo. Si te quedas sin trabajo o tus ingresos decaen, este fondo te permitirá seguir a flote hasta que las cosas vuelvan a su cauce.

Administra bien tus deudas

Si una vez fijado el presupuesto y el ahorro tienes dinero extra, puedes usarlo para pagar tus deudas de forma anticipada. Si no es así, actúa y averigua cuánto puedes recortar para recuperar rápidamente el equilibrio financiero. A continuación, piensa en cómo reducir sus deudas.

Analiza tus deudas según su importe, intereses y devolución, para saber qué pagar primero. Lo recomendable es liquidar primero las que tengan intereses más elevados.

Para empezar, haz una lista de todas tus deudas en cualquier aplicación de finanzas personales, y sepáralas por coste o intereses. Aborda primero las que tengan tipos de interés altos, y sigue por el resto.

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Otro aspecto fundamental es hacer un buen uso del crédito. Las tarjetas de crédito por ejemplo, son buenas si se utilizan con moderación, liquidando el importe debido antes de que se apliquen intereses. Otros consejos que te pueden ayudar a mejorar tus finanzas personales son:

  • Paga tus cuotas de préstamos y plazos siempre antes de la fecha límite.
  • No lleves al máximo tu límite de crédito.
  • Solicita crédito sólo si lo necesitas y no hay otra opción.

Toma las decisiones financieras correctas

Tus finanzas personales pueden cambiar si te quedas en el paro o un familiar enferma. Por eso, las decisiones pueden ser más complicadas. En esos escenarios, los consejos no siempre son aplicables y es posible que vivas un tiempo en un modo de “supervivencia.

En estos casos, no dudes en pedir ayuda o buscar el apoyo de algún experto, que puede compartir contigo sus conocimientos y ayudarte a buscar estrategias para recuperar el rumbo de tus finanzas personales.

Conclusión

Como has visto, administrar las finanzas personales es fundamental para establecer un camino de futuro hacia el ahorro, la inversión y la tranquilidad. Crea un presupuesto en una hoja de papel o de cálculo simple, y lee algunos artículos como éste para educarte en economía doméstica. Se trata de administrar información que ya tienes, en muchos casos, o que puedes conseguir fácilmente. Toma conciencia de tus gastos y tus ingresos, y mira una fotografía real de tu situación: es el primer paso para mejorar.

Referencias

Preguntas Frecuentes

¿Cómo mejorar mis finanzas personales?

¿Invertir puede mejorar mis finanzas personales?

¿Por qué aprender economía doméstica?